La reforma del Nuevo Paseo Marítimo transformará un lugar tradicionalmente pensado por el tráfico rodado a otro donde los peatones serán los protagonistas. Uno de los méritos de las actuales actuaciones a la zona es minimizar los efectos de las obras entre los residentes con una circulación diaria y vigente. Precisamente, el control de los datos del tráfico en el Paseo es una constante a las obras de reforma.
Entre las medidas que facilitan este control se incluyen seis aforos manuales de diez horas para analizar los movimientos de cada intersección, y seis automáticos de una semana de duración por el cálculo de la movilidad a la zona. Hay microsimulaciones de las diferentes intersecciones del escenario futuro con una actualización de la demanda en varios horarios.
También está previsto añadir otra microsimulación por cruce con el objetivo de proyectar la regulación de semáforos necesaria y la posición de los pasos de peatones, entre otros. Este cálculo permitirá avanzar en el presupuesto de instalaciones y sistemas requeridos, todo con el consenso con el departamento de Movilidad del Ayuntamiento de Palma.