El control del tráfico y la priorización de los peatones en el paseo Marítimo son, entre otros, algunos de los objetivos más relevantes de la actual reforma de la zona. Todas las simulaciones realizadas para comprobar el efecto de la reducción de carriles ofrecen resultados muy interesantes. Las actuaciones propuestas al proyecto en curso no suponen una reducción significativa del tráfico (-1,1% respecto al estado actual) en la avenida Gabriel Roca, hecho que pone de manifiesto que el Paseo no funciona como vía de paso para cruzar la ciudad, sino como vía de entrada al centro.
La nueva reordenación puede absorber las demandas actuales de tráfico. Aunque aumenten los niveles de saturación -del 70% en algunos tramos- nunca se llega al 100% según los microanálisis elaborados en este sentido. Cabe resaltar que durante las horas punta la densidad de tráfico llega a los 3.000 vehículos en las dos direcciones.
La conclusión final en este punto de la reforma es que el paseo Marítimo o mantendrá prácticamente el mismo nivel de paso de vehículos pero la zona habrá priorizado otros aspectos como la duplicación de los pasos de peatones y áreas de paseo, así como la presencia predominante de los ciclistas.